Seguramente, la pieza más indispensable a la hora de realizar inmersiones en Calella de Palafrugell es el neopreno y, para que nos dure mucho más, hay que realizar un buen mantenimiento para que nos proteja como es debido del frío.

Cuando encuentras el neopreno que se ajusta a tus necesidades a la perfección, quieres conservarlo el máximo tiempo posible y, para ello, hay que saber conservarlo bien. Tiene que ser caliente, que sea fácil entrar y salir, con cremallera estanca, muy elástico y que se ajuste perfectamente a nuestro cuerpo, así que si lo hemos encontrado, tenemos que cuidarlo en buen estado.

Reglas básicas para proteger tu neopreno en Palafrugell

Hay que marcarse una serie de reglas que sean un hábito después de cada inmersión en la Costa Brava. Estas reglas se pueden aplicar tanto al neopreno, como a los otros materiales que combinan con este deporte como puede ser snorkel, pesca submarina, apnea o buceo con botella.

  • Aclarar el neopreno: Acabas cansado pero es importante, coge la ducha o manguera más cercana o en la ducha de casa pero no dejes que pase mucho tiempo porque la sal lo acabará rompiendo. También puedes meterlo en la lavadora en un programa suave, con detergente especial para neoprenos y con agua fría.
  • Dejar que seque completamente: Si lo vas a usar frecuentemente, lo ideal es que le des la vuelta y así se pueda secar la parte interna mucho antes que la externa para su siguiente uso. Lo más importante es no secarlo al sol ni colgarlo por los hombros, porque se acartona y queda deformado. Lo mejor es doblarlo por la cintura.
  • Protección de cremalleras: Si son normales, con aclararlas bien con agua es suficiente. Si es un neopreno con botella, hay que engrasar bien la cremallera porque sino perderemos la estanqueidad.
  • Pequeños arreglos: Si se ha descosido, ha sufrido algún rasguño, hay que repararlo. Existen colas especiales para neopreno pero, si no te ves con capacidad, también puedes llevarlo a un centro especializado.
  • Guardarlo de forma correcta: Se tiene que guardar seco y colgado en una percha fuerte en un armario donde no pueda plegarse pero también se puede guardar doblado. Siempre con cuidado y doblándolo por sus pliegues naturales.