La posidonia oceánica es gran responsable de las maravillosas praderas que podemos encontrarnos en el lecho marino del mar mediterráneo y que nos acompañará en todas las excursiones y inmersiones que realicemos.

Viendo su foto… ¿dirías que es una planta, alga o animal?

Realmente, es una planta fanerógama y es endémica del Mediterráneo, o sea que únicamente la podrás encontrar en este mar. También existen plantas fanerógamas terrestres que tienen flores e incluso algunos frutos, con organizaciones más complicadas.

Pero volviendo a la variante marina, han acabado llegando al mar después de evolucionar de las terrestres. En el mundo entero existen hasta 60 especies distintas y, en el Mediterráneo, tenemos 5 de ellas.

Su importancia en la Costa Brava

En la posidonia oceánica recae la importancia de las praderas que es capaz de formar, porque precisamente son el hábitat de muchísimas otras especies subacuáticas y donde se alimentan. Además de facilitar la vida a muchas especies, también es esencial para fijar el sustrato y, también, a preservar las pocas dunas intactas que nos quedan, pues cuando llegan las hojas a las orillas de las playas y no las retiramos, crean una barrera de hojas que se encargan de proteger las playas y sus dunas de los temporales.

Cuando buceamos o practicamos apnea, siempre tenemos la gran oportunidad de disfrutar de un gran ecosistema como el que es capaz de crear esta planta submarina, por no hablar de lo divertido que es perderte por esas praderas plagadas de especies grandes y pequeñas e, incluso, podemos ver como cambia en el paso de las estaciones, de la misma forma que lo hace un bosque en tierra firme. Si tienes mucha suerte, serás capaz de ver su flor y su fruto, aunque ya avanzamos que es complicado…

Cuidado con las praderas de posidonia

Es importante preservar el medio ambiente y, por eso, hay que ir con mucho cuidado al bucear cerca de las praderas, sobretodo con el aleteo. Pero también al agarrarse a las hojas o arrastrando nuestro equipo si no lo llevamos bien amarrado. De la misma forma, al sumergirse desde un barco, recuerda no fondear encima de la pradera o la arrancarás.